LOS MORANINI CARRASCINI...
EL MERCADO.
RIALTO
EL PUENTE DE LOS SUSPIROS
PALACIO DUCALLE
PALAZZO DUCALE, CON LOS MORANINI
LA BAMBINA CORRIENDO SIN NINGUN RESPETO POR LA HISTORIA EN EL PALAZZO DUCALE.
LOS NIÑOS DISFRUTANTO UN GELATTO DE DONDE NICO.
CANALE DE LA GIUDECA.
INICIANDO UN PASEO QUE NOS LLEVARIA HASTA PIAZZA DE ROMA Y EL VAPORETTO Nº1.
LAS MUJERES EN BURANO.
BURANO, PEQUEÑA ISLA DE PESCADORES A 30 MINUTOS DE VENECIA, EN EL VAPORETTO. LA ARTESANIA TRADICIONAL ES LA "DENTELLE A L'AIGUILLE", QUE ES ALGO ASI COMO EL TEJIDO A CROCHET FINISIMO CON MOTIVOS GOTICOS (¿CAPISCO?).
PABLO ADMIRANDO EL PAISAJE....PROMETIO TRAERME DE VUELTA SI ME AGUANTA HASTA LOS 25 AÑOS DE MATRIMONIO....
PALACIO AL BORDE DEL GRAN CANAL.
ANTONELLE EN EL VAPORETTO....BELLA BAMBINA !
LOS MORAN EN UNO DE LOS CIENTOS DE PUENTES QUE CRUZAN LOS PEQUEÑOS CANALES...
CERCA DE LA PLAZA SAN MARCO HAY UNOS RESTAURANTES CON UNOS PRIVÉS DECORADOS COMO SI UNO VIVIESE EN LA EPOCA DE LA SERENISSIMA.....NI SIQUIERA NOS ACERCAMOS Y OBVIAMENTE TAMPOCO ANDUVIMOS EN GONDOLA (È TROPPO CARO).
LA PLAZA SAN MARCO.
EL DIA DEL REGRESO A PARIS.Finalmente pudimos ir a Venecia. Está más hermosa que nunca! Arrendamos en el barrio Cannaregio, donde viven los venecianos de verdad que aún quedan por acá. Estuvimos los tres días recorriendo las calles, cruzando puentes, y admirando la ciudad. Solo entramos al Palazzo Ducal porque los niños no aguantaron exposiciones ni museos. Nos comimos unos tramazzinis (que yo juraba que era algo típico y resultaron ser sandwich) super ricos y un vaso de vino en un bar escondido recomendado por el routard y que resultó milagrosamente económico. Almorzamos pastas a la Carmencini todos los días en el depto, pero compré unos pestos y vinos en un almacén de la esquina. El picante lambrusco (vino tinto con burbujas) resultó ser un descubrimiento en ese local. Lo que más me llamó la atención es la costumbre de ir a los bares y tomarse un vaso de vino en el mesón, y ver a mujeres super regias, estupendas y vestidas a lo D&G tomando café paradas en unos locales minúsculos llenos de gente. Claro que la Sofía Loren te sirve el café, por decir lo menos....
A los niños les gustaron los gelattos y el vaporetto; y a Pablo le gustó todo, con italianas incluidas claro está. Nos dio pena partir, pero con el negro esperamos poder volver algún día.
